CONSTEC’14


LA CONSTRUCCIÓN DE LA ARQUITECTURA RACIONALISTA DE GUTIÉRREZ SOTO Y FERNÁNDEZ SHAW, FRENTE AL ESTILO SALMÓN, DE LACIANA Y ARRILLAGA DE LA VEGA, EN MADRID

Bernabé Collados, José Gabriel.

1. Arquitecto, Investigador invitado grupo Análisis e Intervención en el Patrimonio Arquitectónico (AIPA), ETSAM, Madrid, España. Bernabe.josegabriel@gmail.com

Lasheras Merino, Félix.

1. Dr. Arquitecto, Profesor titular de universidad. Departamento de Construcción y Tecnología Arquitectónicas UPM, Madrid.

2. Investigador, grupo Análisis e Intervención en el Patrimonio Arquitectónico (AIPA), ETSAM, Madrid, España. felix.lasheras@upm.es

 

Resumen

El racionalismo arquitectónico transforma la arquitectura del primer tercio del siglo XX impulsado, según palabras de Luis Lacasa, por los cambios en las necesidades de la sociedad y las posibilidades de las nuevas técnicas y materiales. En España buscó sacar a su arquitectura del letargo historicista para llevarla a la modernidad, pero también fue una moda que llego de la mano de las vanguardias europeas, que se simplificó a unos pocos criterios, fundamentalmente estéticos, que nutrieron de recursos compositivos a numerosos arquitectos que hicieron sus obras bajo la Ley Salmón.

Esta comunicación compara constructivamente estos dos fenómenos que se dieron en Madrid entre 1920 y 1936, y describe hasta donde llegó la implicación constructiva y compositiva de ambos.

Se comparan así algunas de las obras realizadas por los arquitectos más vinculados históricamente por los estudiosos al racionalismo funcionalista, con las realizadas por otros que la critica a vinculado a la moda racionalista, y se analiza si sus diferencias conceptuales se reflejan en la técnica constructiva residencial, y cuáles son las principales diferencias y semejanzas que existan entre estos dos caminos.

Palabras clave:Gutiérrez Soto, Movimiento Moderno, Racionalismo, Sistemas constructivos, Siglo XX

1.         Introducción

En Madrid, en el primer tercio de siglo confluyen un grupo de arquitectos, la llamada generación del 25[i], en un ambiente cultural que busca llevar a la sociedad a través del arte y la arquitectura a la modernidad, aunque en una situación económica y social muy complicada.

Sin embargo es patente la falta de unidad del grupo de arquitectos, que si bien están englobados bajo un mismo ideal y unas mismas intenciones, su implicación y desarrollo de éstas, dio lugar a soluciones muy dispares. Como dice Diez Patao “Todos ellos se moverán en diferentes registros o niveles, entre el academicismo, el racionalismo o el simple oportunismo pragmático.”(1)

También es patente el reducido número de obras de vivienda colectiva que realizan los principales exponentes del grupo, que dedicaron sus esfuerzos a otros tipos de edificación. Apenas hay algún edificio paradigmático de este momento, al contrario de lo que ocurre en otras partes de España; la Casa de las Flores (Secundino Zuazo, 1931) es la mejor obra residencial colectiva de referencia para esta generación.

Aquí analizamos varios ejemplos de cuatro autores, escogidos por su relevancia histórica y número de obras de residencia colectiva construidas, a partir de las memorias de sus proyectos, conservadas en el Archivo Municipal. Casto Fernández Shaw puede representar a la primera generación racionalista, por ser el arquitecto que más obras del tipo estudiado realiza. Luis Gutiérrez Soto pertenece a una segunda generación y tal vez sea el principal exponente la arquitectura residencial madrileña de esta época, y finalmente Luis Laciana y José María Arrillaga de la Vega, aunque menos conocidos, tienen una gran cantidad de obras edificadas en el periodo de estudio.

2.         Características del estilo Salmon frente al racionalismo

El llamado estilo Salmón lo es en recuerdo de Federico Salmón (1900-1936), ministro de trabajo de la República, que en 1935 promovió la ley de previsión contra el paro, que incentivaba la inversión y la construcción de viviendas para trabajadores, con rentas máximas de alquileres de 250 pesetas. Aunque la Ley se frustró por la Guerra Civil, este impulso económico dio lugar a un gran número de viviendas con unas características específicas, que Alonso Pereira (2) define muy acertadamente. “El «estilo Salmon» es tan solo la versión domestica y popular que adoptará el racionalismo español al codificarse y extenderse por los diversos rincones nacionales bajo el patrocinio derivado del impulso legal del 35. Por ello, sus elementos canónicos serán los ya conocidos del racionalismo ortodoxo, reiterados, popularizados y a menudo, trivializados y, ente ellos y preferentemente, el gusto formal por la horizontalidad, resaltando aquí por medio e anchas bandas corridas enlazando los vanos y consiguiendo ese efecto apaisado en las composiciones.”(2)

3.         Análisis

Estudiando las obras de los cuatro arquitectos citados podemos valorar como fue la implicación constructiva de estas ideas. Todos ellos parten de bases y objetivos compartidos, establecidos por las posibilidades técnicas de la construcción en Madrid y por el deseo de realizar viviendas adaptadas a las nuevas necesidades funcionales, higiénicas y de confort que la sociedad moderna debía tener.

3.1       Casto Fernández Shaw

Acaba la carrera en 1919 y realiza hasta 1936, numerosas obras de viviendas colectivas (6).

Uno de los principales avances constructivos de las viviendas racionalistas frente la tradicionales fue separar la función portante de la de protección frente a los agentes exteriores. Esta solución la utilizó en General Díaz Porlier 63-65: “Se hará toda la casa entramada de hierro laminado…Los muros serán de ladrillo hueco formando cámara de aire y mortero de cemento” [6-252*-16]. En las construidas en la Avda Menéndez Pelayo la solución fue similar: “La fachada irá a medio pie, ladrillo hueco, cámara de aire y tabicado, todos estos tabicados se harán de ladrillo hueco sencillo”. [6-271*-71], aunque en este caso, especifica que esta solución es sólo para fachada, siendo los muros medianeros y de patios macizos, de 0,60m de espesor. Esta solución intermedia resuelve de manera tradicional el problema de las medianerías y la caja de escaleras.

El racionalismo proponía el empleo de nuevos materiales para mejorar la protección frente al frío y el agua. En estas viviendas se impermeabilizan las terrazas de la fachada principal y se emplea aislamiento de corcho para el cielo raso de las cubiertas secundarias.

Un detalle singular que encontramos es la solución de los huecos diferenciada por orientaciones. “Los huecos de fachada llevarán en todos los huecos persianas enrollables con sus capialzados correspondientes, del mismo modo llevarán persianas los huecos del patio orientados a naciente. Los demás huecos no llevan contraventana, estando preparados para colocar stores tipo ingles.” [6-271*-71]. Un elemento clave para el racionalismo eran las ventanas, ya que permitían introducir luz y ventilación en las viviendas y podían ser producidas en serie, tanto sus carpinterías como por los nuevos vidrios. Prácticamente todos los marcos que encontramos en la arquitectura de Fernández Shaw siguen estos criterios.

3.2       Gutiérrez Soto.

Acabó la carrera en 1923 y realizó 5 obras de viviendas colectivas.Uno de sus edificios más característicos es el situado en Almagro 26 c/v Zurbarán 17. En él ensayó la solución entramada. “La construcción será de entramado de hierro, con soportes en todos los muros de fachada, patios y medianerías… los muros de fábrica de ladrillo cerámico con cámara de aire y tabique interior.” [6-278*-42]. Posteriormente la repitió reduciendo la cámara en las viviendas de Miguel Ángel 2-4-6.

Gutiérrez Soto también empleó los nuevos materiales, tanto para la impermeabilización de terrazas y cubiertas como para aislamiento: “Las terrazas, de áticos y pisos serán impermeabilizadas y en general, a la catalana con cámara de aire, todas ellas protegidas con materiales aislantes.” [42-403-3]. En cuanto al soleamiento y la seriación de las carpinterías, Gutiérrez Soto, no diferenció por orientaciones, pero si utilizó mayoritariamente carpinterías metálicas con persianas enrollables.

Una de las principales aportaciones de Gutiérrez Soto a la arquitectura madrileña fue el empleo de la terraza-jardín, como el mismo reconoce (3), fruto de este empeño por mejorar las condiciones higiénicas de las viviendas.

3.3       Arrillaga de la Vega y Laciana.

Arrillaga acabó sus estudios en 1922 y Laciana en 1928. Construyeron en el periodo analizado 6 y 8 edificios respectivamente. La crítica no hace mención de ellos entre los principales valedores del racionalismo, a pesar del número importante de obras que realizaron, ya que son consideradas “estilo Salmón”. La solución estructural empleada en estas viviendas es una solución mixta de muros masivos de carga exteriores, y soportes metálicos interiores, confiando a los muros la capacidad portante y aislante del exterior y a los soportes interiores la flexibilidad de la distribución: “la construcción será de fábrica de ladrillo cerámico en los muros exteriores y de jardín y entramados de hierro en traviesas y pisos [44-74-29]

Los aislamientos y la impermeabilización en estos casos se solía confiar a la masa del muro y a la solución de cubierta, que en todos los casos, racionalistas o no, era a la catalana con cámara de aire y libre dilatación sobre tabiquillos. En algunos casos se emplearon láminas de corcho para aislar los muros laterales de los torreones, donde la fábrica perdía ya casi todo su grosor: “Los tabicones de terraza correspondientes al torreón y primera crujía se construirán de medio pie de ladrillo hueco, aconsejándose el empleo de corcho como aislante” [44-77-17]

Las carpinterías habitualmente eran de madera de primera o segunda, dependiendo de la entidad del edificio, y con persianas enrollables o fraileros.

Un elemento característico del estilo Salmon es la terraza con un extremo curvo y el otro recto, protegida por un peto de ladrillo hasta media altura y luego una barandilla de tubo metálica. Un ejemplo de esta solución lo encontramos en Benito Gutiérrez: “Los antepechos de los balcones se formaran con una parte de fábrica y el resto de hierro tubular, la parte de fábrica se construirá con ladrillo de hueco doble.” [44-59-22].

Sin embargo, y aunque la mayoría de las veces las soluciones empleadas fueron estas, existen excepciones, como es el caso de las viviendas de Arrillaga en la calle Goya: “El tipo de construcción será el de entramado total de hierro, tanto vertical como horizontalmente, incluso fachadas principales y medianerías…la cubierta será de azotea a la catalana con cámara de aire a libre dilatación, aisladas con plancha de aglomerado de corcho de una pulgada y soladas con baldosín catalán…todas las carpinterías serán metálicas de perfil especial” [42-366-29].

4.         Colofón y conclusiones

Desde 1932 hasta 1934 se produjo una búsqueda formal y constructiva, experimentando nuevas soluciones constructivas y funcionales al problema de la vivienda, experimentación que poco a poco se extendió a muchas más viviendas.

El modelo constructivo de vivienda residencial estilo salmón fue bastante uniforme: basado en el modelo tradicional, incorporó las novedades que más contribuían a sus intereses, principalmente las novedades plásticas, a las que acompañó de reminiscencias Decó. Que no se emplearan las nuevas soluciones no se debió a su desconocimiento, porque los arquitectos las emplearon en otros edificios, sino presumiblemente a los condicionantes económicos, laborales y sociales implicados en la Ley Salmón.

Los arquitectos considerados racionalistas emplearon las soluciones novedosas que habían experimentado, o las tradicionales, según el tipo de edifico y el momento.

Tanto las viviendas más puramente racionalistas como las consideradas estilo Salmon, poseen unas características comunes que las diferencian del racionalismo ortodoxo de otras zonas, como son la simetría de fachada y la división en tres cuerpos de la misma.

Luis Lacasa resumió el problema racionalista en Madrid de una manera perfectamente encajada: “Las zancadas son más fáciles de realizar en un cuadro o en un libro, puros productos intelectuales, que en una obra arquitectónica, en la cual el movimiento mental tiene que ser seguido por el constructivo y todo ello sólidamente apoyado por los medios geográficos, industriales y de la cultura. Por eso los arquitectos racionalistas no han podido llevar a la misma velocidad la concepción estética y su realización técnica, y de aquí  que sus obras sean imperfectas, intermedias y de transición”(4)

[i]Denominada así por Carlos Flores véase: FLORES LÓPEZ, C. Arquitectura Española Contemporánea I 1880 -1950.Vol. V1. Aguilar, 1961.

5.         Bibliografía

[1]. S. Diéguez Patao. La generación del 25: Primera arquitectura moderna en Madrid. Madrid: Cátedra; 1997.

[2]. JR. Alonso Pereira. Madrid 1898-1931, De corte a metrópoli. Madrid: Consejería de Educación y Cultura. Comunidad de Madrid; 1985.

[3]. L. Gutiérrez Soto. Hogar y arquitectura. Hogar y arquitectura. 1971.

[4]. L. Lacasa, C. Sambricio. Luis Lacasa: Escritos 1922-1931. Madrid: Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid; 1976.

6.         Expedientes municipales reseñados

AV 6-364*-17: Fernández de los Ríos c/v Blasco de Garay.Gutiérrez Soto, Luis. 1930.

AV 6-278*-42: Calle Almagro, 26 c/v Calle Zurbarán.Gutiérrez Soto, Luis. 1934.

AV 42-403-3: Calle Miguel Ángel, 2, 4, 6 c/v Calle Rafael Calvo, 40.Gutiérrez Soto, Luis. 1935

AV 6-252*-16: Calle General Díaz Porlier, 63-65 c/v Calle Padilla, 52. Fernández Shaw, Casto 1934

AV 6-271*-71: Avda Menéndez Pelayo, 15. Fernández Shaw, Casto 1934.

AV 44-59-22: Calle Benito Gutiérrez, 33 c/v Calle Juan Álvarez Mendizábal, Laciana Ángel, 1934

AV 44-77-17: Calle Altamirano 37. Laciana, Ángel 1935

AV 42-366-29; Calle Goya c/v Calle Fuente del Berro c/v Doctor Ezquerdo. Joaquín María López. Arrillaga de la Vega, José María 1935

AV 44-74-29; Calle Andrés Mellado, 70-72-74-76. Arrillaga de la Vega, José María 1935